El precio de la onza de oro en la Bolsa del mercado de futuros de Nueva York, COMEX (con vencimiente en abril 2025) subió a US$ 3.003,20, cuando el jueves pasado había tocado los US$ 3.000, y la duda se instaló en los mercados: ¿sería momento de comprar, de vender o de esperar?
La inflación, la volatilidad de los mercados y las expectativas de demanda constituyen las variables a seguir antes de tomar una decisión, de venta o de compra.
Los expertos advierten que no hay que apostar todo a una sola carta. Y no todos están de acuerdo en que el oro sea una buena inversión.
El manager de Estrategias de Inversión en IOL, Maximiliano Donzelli, hace hincapié en que, como el oro subió 60% en dos años, no está claro si el valor actual es un techo o si se trata de un rally que aún tiene recorrido por delante.
Los analistas del banco suizo UBS Group AG, incluidos Wayne Gordon y Giovanni Staunovo, son más optimistas, ya que elevaron sus previsiones sobre el precio del oro para 2025 hacia los US$ 3.200 por onza, en los próximos cuatro trimestres.
Volatilidad
La Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) también advirtió previamente que "los metales preciosos pueden ser muy volátiles, y los precios suben con el aumento de la demanda", lo que significa que "cuando la ansiedad o la inestabilidad económica son altas, quienes suelen beneficiarse de los metales preciosos son los vendedores".
Los críticos afirman que el oro no siempre es la cobertura contra la inflación que muchos afirman, y que existen formas más eficientes de protegerse contra posibles pérdidas de capital, como las inversiones en derivados.
Los precios del oro se están disparando ahora que las políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump desencadenaron una guerra comercial internacional que sacudió los mercados financieros y amenaza con reavivar la inflación, tanto para familias como para empresas.
Pero como los metales preciosos también son activos volátiles, el futuro nunca está asegurado.