Capital Comercial

Luz amarilla para Shein: las exportaciones no dan para bancar un mayor festival importador

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 La balanza comercial argentina enciende luces de advertencia cuando se acerca fin de año: los datos oficiales cantan: de enero a agosto de 2025, las exportaciones alcanzaron los USD 55.367 millones, que representan un modesto aumento del 6,2% interanual, en tanto que las importaciones se dispararon a USD 50.296 millones, un incremento del 32,1% en comparación con el mismo período del año anterior.

El actual superávit comercial de USD 5.071 millones luce insuficiente para cubrir los vencimientos de deuda, que nada más que el año próximo suman casi USD 10.000 millones.

La necesidad del país de acumular reservas internacionales genuinas obedece, precisamente, a evitar que se active a pleno la rueda del refinanciamiento y, en consecuencia,  se genere inestabilidad cambiaria.

Las compras de bienes de consumo importados por el régimen puerta a puerta, el llamado efecto Shein, hicieron la gran diferencia.

Según un informe de la consultora Analytica, basado en datos de Indec, las importaciones vía courier crecieron en julio 389,5% interanual, alcanzando los US$94 millones.

En los primeros siete meses de 2025, las adquisiciones sumaron u$s408 millones, lo que representa un avance de 258,2% casi duplica el total registrado en 2024. Esta cifra se acerca al máximo histórico alcanzado en 2022.

Efecto sí deseado

No fue un efecto no deseado por el Gobierno de Javier Milei. 

"Queremos que todos los argentinos puedan acceder a precios más competitivos, no solo quienes viajan al exterior", había señalado el ministro de Economía Luis Caputo al anunciar que el límite por envío aumentó de u$s1.000 a u$s3.000 por paquete, mientras que las importaciones personales de hasta u$s400 quedaron exentas de aranceles, debiendo pagar únicamente IVA.

Pero también el aumento de las compras al exterior estuvo impulsado por la adquisición de vehículos, bienes de capital y piezas para la industria, que en un 70% necesita de insumos importados para poder funcionar.

Exportaciones sin mucho margen

La estructura exportadora no tiene recursos a mano para expandirse, con lo que, en consecuencia, cualquier ajuste tendría que hacerse por el lado de las importaciones, y la vía courier sería las que más a la mano se encuentra para recortar.

Está sin embargo en las antípdas del plan económico. Las importaciones hoy se hallan en una fase de reactivación tras la eliminación de barreras como el impuesto PAIS y la necesidad de abastecer a una industria en recuperación.

Contraer las importaciones asoma como reacción casi natural para equilibrar la balanza de pagos.

Sin embargo, “restringir las importaciones sería un paso atrás que afectaría la capacidad productiva y la competitividad a largo plazo", afirma Gabriel Salomón, director de Jidoka.

"El foco debe estar en políticas que incentiven la producción exportable, abran nuevos mercados y agreguen valor a nuestros productos”, puso de relieve.

“Las importaciones son un motor esencial para la producción y la modernización tecnológica. Bienes de capital, insumos y tecnología que no se producen en el país son fundamentales para que nuestras industrias puedan competir y, eventualmente, exportar más y con mayor valor agregado”, explicó.

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