El presidente de EEUU, Donald Trump, había consagrado su primera presidencia a extender la guerra comercial con China a la tecnología, que en esta segunda oportunidad ratificó, y los minerales conocidos como tierras raras vuelven a jugar un rol preponderante en la confrontación.
Dentro del paquete de intercambio de sanciones arancelarias y aduaneras entre ambas potencias, ocupó un lugar estratégico la fuente de materia prima para el hardware informático.
Las tierras raras las constituye un grupo de 17 metales que en décadas recientes han adquirido un alto valor en el mercado mundial porque son estratégicos para el desarrollo de alta tecnología.
Son importantes commodities y poseen múltiples usos para los que pueden ser aprovechados por la industria tecnológica, de defensa y energías limpias.
Forman parte constitutiva fundamental de los convertidores catalíticos del sistema de escape de los automóviles, de baterías de vehículos eléctricos, en generadores eólicos, teléfonos celulares, luces leds, pantallas de cristal líquido, discos rígidos, imanes de neodimio, etc
El potencial minero argentino no se traduce en una producción relevante, pese a que el 35,73% de la superficie continental cuenta con altitudes entre 500 y 6.959 metros: apenas exporta principalmente oro, plata y cobre: abundan los conflictos ambientales en San Juan, Chubut, Catamarca y el NOA, que estuvieron trabando las explotaciones y, por ende, las inversiones.
El Servicio Geológico Minero (Sefemar) contabilizaba 38 proyectos friends en las zonas exploradas, 8 avanzados en ensamble y 4 minas en operación.
Groenlandia
En los años que antecedieron a la pandemia del coronavirus, trascendió un intento de compra de Donald Trump a un país entero que las poseía, como Groenlandia, para descontarle algo de la ventaja que los chinos tienen en la producción y el abastecimiento de estos insumos para la industria tecnológica, de defensa y energías limpias.
Los macizos graníticos de Mongolia proveen el 80% de las necesidades de la industria americana, de Silicon Valley en primer lugar, al punto tal que casi todo el hardware de los iPhones, iPad y Mac de Apple, por ejemplo, dependía de la provisión de neodimio, praseodimio y el disprosio.
La corporación china Inner Mongolia Baotou Steel Rare Earth Group Hi-tech (REHT) cubre la mitad de los pedidos desde todos los rincones del planeta
Pero las principales destinatarias de tal producción son las plantas de JL Mag, uno de los 6 gigantes públicos chinos de la extracción y refinería.
Estos ignotos e inexplotados, más que raros, metales estratégicos ocuparon en aquella etapa inicial de la guerra tecnológica entre EEUU y China un lugar preponderante, que no lograron elucidar.
Inclusive intereses chinos y americanos, a través de compañías de Canadá y Australia, apuntaron a transformarlos en importantes commodities, pero tropezaron con una tenaz oposición ambientalista, dada la toxicidad de esas actividades.
Residuos tóxicos
Lavar con ácidos millones de litros de residuos tóxicos ocasiona un grave daño.
Hasta en la propia Mongolia Interior, donde funciona una de las mayores reservas del mundo, la mina Baotou, se contaminaron lagos, murió ganado y afectó la salud pública, hasta con riesgo de radiactividad porque en los minerales hay uranio y torio.
Después de esos incidentes, el primer productor chino de Tierras Raras, Shenghe Resources Holdings, abrevó en el que hasta no hace mucho fuera dominio de Dinamarca, a través de una compañía minera australiana, la Greenland Minerals, en la que participa en 11% el instituto británico Chatham House, que ya había enviado hace 7 años 2.000 mineros chinos a escarbar la húmeda orografía.
- En Malasia también hubo movimientos para frenar una refinería de Tierras Raras en Kuantan;
- en Europa hay una única mina cerrada, Ytterby;
- en Suecia, y en España no saben qué hacer con el hallazgo que hubo en Galicia, Extremadura, y Castilla y León.
- USA había cerrado la gran mina de Tierras Raras, Mountain Pass, de la Unocal Corporation, en California, en 2002 porque la falta de competitividad con los precios chinos no justificaban los trastornos ambientales, aunque después del conflicto con China fue reabierta por Molycorp.